Ayudar a las familias y family offices a fortalecer sus dinastías y a mantener una cohesión familiar no es una ciencia, sino un arte. Sin embargo, este arte no produce valor si no lo asiste un entendimiento profundo de la ciencia que subyace a la gobernanza familiar.
Durante la primera década del nuevo milenio, trabajé para el Citibank Private Bank de Nueva York, en el rol de “paladín de la gobernanza corporativa y familiar” para América Latina. Era una manera elegante de decir que mi responsabilidad era asistir a los dueños de empresas en su meta de construir dinastías que mantuviesen unidas a sus familias a través de las generaciones y de perpetuar sus empresas familiares.
¿Tarea sencilla? Las investigaciones demuestran que el 70% de las empresas familiares no sobreviven a la segunda generación, y solo un 13% pasa la tercera generación. Asimismo, el fracaso en la sucesión de la empresa importa un gran peso sobre las relaciones familiares.
El entendimiento que surge de haber desempeñado funciones como confidente, ejecutivo y miembro de la junta directiva de empresas familiares, desde Tierra del Fuego hasta Vancouver, durante las últimas tres décadas, me ha enseñado que el factor humano es el principal obstáculo para lograr la sustentabilidad de un negocio familiar. Por eso puede resultar sorpresivo que las emociones y puntos de vista, las fuerzas que rigen el comportamiento humano, rara vez sean abordadas por quienes asesoran sobre gobernanza familiar. Para brindar un mejor servicio a mis clientes, me adentré en un conocimiento profundo de las neurociencias y la mente humana, el coaching y el trabajo en equipo.
Gracias a esto, mi práctica de coaching para empresas familiares es altamente especializada y, dicho con humildad, verdaderamente única, ya que ayuda a familias y a sistemas familiares a hacer frente a las fuerzas silenciosas que les impiden generar un éxito prolongado con sus iniciativas de family office y gobernanza familiar. Un coach para empresas familiares profesional debe ser sensible a las turbulencias de las emociones familiares y tener la habilidad para despejar posibles focos contenciosos. Debería ser un experto en coaching de equipos y tener experiencia ejecutiva práctica en la operación de empresas familiares. Además, el coach debe entender de gobernanza familiar y corporativa, y tener un conocimiento operativo del derecho corporativo, de familia, y de las estructuras legales que pueden ayudar a construir una dinastía familiar.
Antes de explicar el qué, el cómo y el por qué del coaching para empresas familiares, una breve definición de la empresa familiar y distintos ángulos desde los que pueden involucrarse los miembros de la familia.
¿Qué es una empresa familiar?
Una empresa familiar es una empresa controlada por una única familia, donde dos o más miembros tienen una influencia significativa en la dirección de la empresa, a través de roles de dirección, ejecución, y participación, así como en la estructura familiar.
¿Por qué hacer coaching para empresas familiares?
Para entender el por qué del coaching para empresas familiares, es importante comprender los altibajos de la empresa familiar.
El factor humano puede ser la mayor bendición y a la vez el mayor desafío cuando los miembros de la familia trabajan en la empresa. Su éxito depende de la habilidad del propietario para manejar las interacciones entre los conflictos del sistema familiar y los desafíos del sistema empresarial.
La empresa familiar puede encontrar su fortaleza en un grupo de accionistas estable y una perspectiva paciente y largoplacista. Puede tener como misión la excelencia, incorporada en la ética y los valores familiares, y demostrar lealtades sólidas y un sentido de pertenencia fuerte.
La otra cara de la moneda es que puede presentar una competencia por los recursos, el poder, el status, y los beneficios. Las relaciones familiares pueden ser sensibles en el plano emocional. La memoria puede ser difícil de borrar, y pueden surgir preocupaciones relacionadas a la productividad, lo que es justo, la eficiencia en la toma de decisiones, y la confusión de roles. Los problemas en una relación tienden a contaminar a la otra y viceversa.
El nepotismo y el profesionalismo son totalmente compatibles en el ámbito del negocio familiar.
En resumen, los desafíos clave a los que se enfrentan estas familias son:
1. Entender y alinear los valores familiares
2. Hacer frente a los grandes elefantes en la habitación (las emociones familiares)
3. Controlar al nepotismo y favorecer el profesionalismo
4. Establecer sistemas para mantener el control de la familia sobre la empresa
5. Desarrollar una gestión profesional interna y externa para mantenerse competitivos
6. Hacer un traspaso fluido de la gestión y la propiedad a la siguiente generación
7. Perpetuar el éxito de la familia a través de las generaciones
El desafío es explotar los beneficios que surgen de la naturaleza familiar de la empresa y gestionar a la vez el factor humano.
¿Qué es el coaching para empresas familiares?
El coaching para empresas familiares es un método positivo para desarrollar un liderazgo sostenido y a largo plazo en el ámbito de la empresa familiar, y un complemento valioso para sostener en el tiempo una gobernanza familiar exitosa.
¿Cómo funciona el proceso de coaching para empresas familiares?
El proceso de coaching familiar requiere un abordaje sutil, para asegurar que todos los miembros de la familia reciban la atención adecuada. Pero si bien el enfoque del coach debe ser delicado, también debe ser riguroso y pragmático.
El proceso comienza con la recopilación de datos, a través de entrevistas confidenciales y profundas. Esto le permite al coach establecer una conexión con cada miembro de la familia, y así transmitirles que sus voces son importantes y serán escuchadas. El coach necesita escucharles para entender cuáles creen que son sus desafíos según la perspectiva de cada uno. Este proceso creativo y colaborativo ayuda al coach a entender dónde se produce la resistencia y dónde se encuentra la responsabilidad, al tiempo que garantiza a los miembros de la familia que estarán a salvo en el proceso. Solo entendiendo sus expectativas, valores, misión, y visión es que el coach podrá relacionarse personalmente con los miembros de la familia y generar un vínculo de confianza con cada uno de ellos.
El objetivo de la fase de recopilación consiste en trazar un mapa detallado de la dinámica familiar y en construir confianza de forma simultánea. Esto no es un arma, sino una oportunidad para que todos saquen el máximo partido de este sistema.
Una vez completada la recopilación de datos, el coach mantendrá una sesión grupal con la familia y analizará la información obtenida en las entrevistas iniciales y de lo aprendido. Durante la reunión, es posible que surjan preguntas, tales como qué significa formar un equipo de alto rendimiento, y cómo desean que sea la experiencia de la empresa familiar los miembros de la familia. ¿Qué se necesita para hacer que funcione?
La primera reunión familiar tiene como objetivo inventariar los desafíos y oportunidades de mejora, y crear una hoja de ruta para alcanzar el éxito.
El coaching en sí comenzará una vez concluida la primera reunión familiar y una vez establecidos los objetivos específicos. Establecer objetivos en la sesión de coaching es fundamental para generar un sentido de responsabilidad hacia los miembros de la familia participantes y/o hacia los directivos de la empresa familiar. El coaching consiste de sesiones individuales, sesiones grupales, y reuniones familiares periódicas para optimizar el alineamiento familiar y evaluar sus logros. Según la complejidad, el número de participantes y su disponibilidad, el proyecto de coaching puede durar entre cuatro meses y un año y medio.
Una vez terminado el encargo, la propuesta incluye reuniones con la junta directiva familiar al menos una vez al año para mantener lo logrado.