Coaching para empresas familiares

El Escritorio: El Alto Costo de los Conflictos Familiares No Resueltos.

May 10, 2023
  •  
4 min read
  •  
René Sonneveld

Hablar con René en un

Virtual coffe with Rene
Café virtual

"Las peleas familiares son amargas. No siguen ninguna regla. No son como dolores o heridas, son más como desgarros en la piel que no sanan porque no hay suficiente material." — F. Scott Fitzgerald

Hace varios años, tuve la oportunidad de asesorar a un cliente que estaba en el proceso de comprar una granja a dos hermanos ancianos, a quienes llamaré James y William. Estos hermanos poseían una vasta y fértil granja que se había transmitido de generación en generación. Pasaban sus días trabajando incansablemente: uno en la operación de la granja y el otro gestionando la administración de la granja desde detrás de un sólido y antiguo escritorio de madera que habían heredado de su padre.

Cuando los hermanos envejecieron, decidieron que era hora de vender su amada granja y retirarse. Después de meses de negociaciones, mi cliente acordó el precio. Finalmente llegó el día del cierre de la venta, un momento agridulce en el que los hermanos se preparaban para despedirse de la tierra que albergaba sus recuerdos más queridos.

Mientras se sentaban en la oficina del abogado, con la documentación extendida ante ellos, el hermano mayor, James, dudó justo antes de firmar. Miró a su hermano menor, William, y dijo: "Me llevaré el escritorio en el que Papá solía trabajar". Sorprendido, William respondió: "Yo quiero llevarme ese escritorio. He gestionado la administración de la granja durante los últimos cincuenta años mientras tú trabajabas afuera en la operación de la granja." Pero James no cedió. "No, yo me lo llevaré. Es mío. Cuando era niño, Papá siempre me rebotaba sobre sus rodillas detrás del escritorio y decía: 'Hijo, algún día este escritorio será tuyo'". Incluso ofreció a William dinero para comprar cualquier escritorio que quisiera.

La discusión escaló, se volvió acalorada e incómodamente intensa para los espectadores que no podían evitar ser testigos de la disputa en desarrollo. Los hermanos discutieron de un lado a otro, la tensión en la sala se hizo insoportable. Finalmente, su desacuerdo llevó a James a negarse a firmar los papeles de venta, lo que provocó el colapso del trato.

Durante tres largos años, los hermanos permitieron que su animosidad se enquistara, su vínculo se desgastaba con cada día que pasaba. Al final, lograron vender la granja a mi cliente por la asombrosa cifra de 20 millones de dólares menos que el precio original. Los hermanos que alguna vez fueron cercanos se encontraron distanciados, el escritorio quedó como un monumento a su relación rota.

El precio de una promesa hecha hace mucho tiempo, un simple escritorio de madera, les había costado mucho más de lo que jamás podrían haber imaginado. Habían perdido no solo millones de dólares, sino también su profunda conexión como familia. El escritorio, un objeto que una vez simbolizó el amor de su padre y su herencia compartida, se había convertido en la cuña que separó a los hermanos.

¿Qué sucedió aquí?

Esta desgarradora historia de James y William ejemplifica las devastadoras consecuencias de los conflictos no resueltos, las tensiones latentes y las emociones que pueden destrozar a las familias y las relaciones cercanas. La disputa por el escritorio simplemente sirvió como catalizador, sacando a la luz los problemas más profundos y subyacentes que habían estado latentes entre los hermanos durante años.

James y William tenían diferentes roles en la granja familiar a lo largo de sus vidas. James trabajaba en el exterior, atendiendo los campos y las actividades relacionadas con la granja, mientras que William gestionaba la administración de la granja desde detrás del escritorio. Aunque trabajaron juntos para el éxito de la granja, sus diferentes responsabilidades pueden haber fomentado sentimientos de desigualdad o contribuciones no reconocidas.

La disputa de los hermanos sobre el escritorio expuso estos conflictos no resueltos. James se sentía con derecho al escritorio debido a la promesa de su padre, mientras que William creía que se lo merecía debido a sus años de trabajo administrativo. Ninguno de los hermanos estaba dispuesto a reconocer o validar los sentimientos o puntos de vista del otro, lo que solo intensificó su desacuerdo.

A medida que la discusión se intensificaba, probablemente surgieron otros conflictos no resueltos entre los hermanos. Agravios pasados y agravios percibidos salieron a la superficie, alimentando aún más su ira y resentimiento. El escritorio simboliza todos los problemas no resueltos entre ellos, amplificando las apuestas emocionales de su disputa.

Su incapacidad para abordar y resolver estos conflictos subyacentes llevó al colapso del trato y al deterioro de su relación. La negativa de los hermanos a comprometerse o a comunicarse abiertamente sobre sus sentimientos y percepciones profundizó su brecha. A medida que dejaban que su animosidad se enquistara a lo largo de los años, los conflictos no resueltos los alejaron, costándoles finalmente millones de dólares y su cercanía como hermanos.

Supongamos que James y William hubieran podido confrontar sus problemas y entablar un diálogo honesto y abierto. En ese caso, podrían haber encontrado una resolución para preservar su bienestar financiero y su preciado vínculo como hermanos. Abordar y resolver conflictos, por muy desafiantes que sean, puede llevar finalmente a lazos más robustos y resilientes y prevenir el tipo de consecuencias devastadoras que sufrieron James y William.

Al compartir la historia de los dos hermanos, mi objetivo es inspirar a las familias a reconocer la importancia de fomentar una comunicación saludable, la empatía dentro de sus relaciones, y la disposición a abordar y resolver los conflictos en las relaciones.

"Una curva en el camino no es el fin del camino... A menos que no logres tomar el giro." — Helen Keller

Nota: Si quieres leer más sobre conflictos familiares, revisa mis blogs sobre coaching para negocios familiares.

Me encantaría conocer su opinión sobre este tema.

Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.