La curiosidad es una de las herramientas más poderosas que nos ayuda a crecer, a desarrollar relaciones con otros, a adaptarnos al cambio y a crear soluciones innovadoras. En nuestro diario vivir, una mentalidad curiosa nos permite ir tras nuevas experiencias, conocimiento y aventuras y alimenta nuestra creatividad. En nuestra vida profesional, nos puede ayudar a convertirnos en líderes más eficaces y a ayudar a nuestros equipos para que sean más exitosos.

Aunque la literatura sugiere que nacemos con cierto nivel natural de curiosidad, nuestras experiencias de vida y, paradójicamente, nuestra educación puede hacernos menos curiosos. La buena noticia es que la curiosidad es un músculo mental que puede entrenarse como cualquier otro.

¿Qué es la curiosidad?

La mayoría de los diccionarios dicen algo así como “un deseo ávido de saber o aprender algo”.

La definición tomada de “Leadership Coaching for Organizational Performance” profundiza:

Curiosidad (del latín curiosus “cuidadoso, diligente, curioso”, similar a cura “cuidado”) es una emoción relacionada con un comportamiento inquisitivo natural tal como la exploración, la investigación y el aprendizaje, evidente por observación en el ser humano y en muchas especies animales. El término también puede ser utilizado para indicar que el comportamiento en sí está causado por la emoción de la curiosidad. Como esta emoción representa un impulso por conocer cosas nuevas, la curiosidad es el combustible de la ciencia y de todas las demás disciplinas de estudio humano.

La definición sugiere que la curiosidad es la raíz y el poder subyacente de todas las iniciativas humanas. La curiosidad consiste en ser curioso y en aprender. También tiene que ver con las emociones y el comportamiento.

¿Suena lo suficientemente potente?

La introducción muestra que la curiosidad nos puede ayudar a través de varias dimensiones. Este artículo explora tres áreas donde una mentalidad curiosa puede mejorar el desempeño profesional.  

1. Relaciones profesionales.

Tendemos a decidirnos antes de tener todas las respuestas.

Todos tenemos ciertas relaciones profesionales que son más difíciles que otras. Estas podrán tener desafíos en la comunicación o conflictos frecuentes. Cuando no tenemos la información clara, con frecuencia asumimos que sabemos la razón por la cual otra persona se comporta de cierta manera. Si la suposición es dañina y la otra persona percibe que la juzgamos, esto reducirá inmediatamente la confianza y empañará la relación.

Por otro lado, si poseemos una mentalidad curiosa, nos permitiremos hacernos preguntas poderosas sobre:
- ¿Cuáles son mis propios prejuicios que pueden influir en mi juicio?
- ¿Qué suposiciones tengo?
- ¿Cuál es la perspectiva de la otra persona?
- ¿Tengo el contexto completo de la situación o solo algo parcial?
- ¿Qué desafíos podrá estar teniendo esta persona que tienen influencia en sus interacciones conmigo?”

Y aún más importante que preguntárnoslo a nosotros mismos, hagamos estos interrogantes a la otra persona. Podemos mejorar nuestra relación significativamente cuando ponemos en claro que nos importan tanto sus prioridades como su opinión.

Conclusión número uno: el juicio mata a la curiosidad.

2. Experiencia profesional.

“El liderazgo y el aprendizaje son indispensables el uno para el otro”. -  John F. Kennedy.

A medida que crecemos en nuestras carreras, nuestro conocimiento también aumenta. Desarrollamos nuestra capacidad y nuestro dominio en determinadas áreas. Muchas veces utilizamos este conocimiento para tomar decisiones cruciales y resolver problemas. El riesgo del conocimiento surge si lo vemos con una mentalidad fija: si operamos con la creencia de que una vez que somos expertos, hemos terminado de crecer y de aprender.
Mientras el mundo cambia cada vez más deprisa, siempre hay cosas nuevas para aprender en cualquier área de interés. Si dejamos de aprender, nuestro conocimiento puede volverse obsoleto con rapidez. La curiosidad es una herramienta que nos ayuda a evitar caer en esta trampa.

Piensa acerca de las áreas en las cuales te consideras un experto. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué leo o escucho habitualmente sobre este tema? ¿Conozco a otros expertos a los cuales debería contactar? ¿Qué cambios se están produciendo en este espacio sobre los que podría aprender más?

Conclusión número dos: la curiosidad triunfa sobre una mentalidad fija.

3. Innovación empresarial.

Sin curiosidad, nunca habrá ninguna innovación. – Steve Stoute

Una mentalidad curiosa puede mejorar la innovación de muchas maneras. Nos alienta a explorar otros campos, a realizar preguntas y a buscar patrones. Muchas veces, cuando creemos que hemos llegado a un callejón sin salida, una mentalidad curiosa nos puede ayudar a conectarnos con información nueva y a sintetizar ideas aparentemente dispares.  

Cada vez más estudios respaldan la idea de que los individuos, equipos y organizaciones más curiosas muestran niveles más significativos de innovación. En un estudio del profesor Spencer Harrison y de sus colegas (1)  se examinó cómo innovan las personas en conjunto. Uno de sus estudios se centró en el impacto de la curiosidad en un call center. Sus hallazgos demostraron que cuando los empleados buscaron información de otros y la utilizaron en sus trabajos, aumentó su creatividad para responder a las preocupaciones de los clientes.

Conclusión número 3: Una mentalidad de crecimiento y una mentalidad curiosa van de la mano.

El poder de la curiosidad viene de su habilidad para ayudarnos a aprender y a crecer. Evita que nos quedemos obsoletos, suple nuestros puntos ciegos y mejora nuestra autoconciencia. Una mentalidad peligrosa para nosotros es la de la certeza: la convicción de que lo que creemos es cierto. La certeza nos lleva a realizar suposiciones incorrectas sobre otros; nos hace creer que nuestras opiniones son hechos. En su forma más potente, la curiosidad es un antídoto contra la certeza. Como aprendices a lo largo de la vida, tenemos una mayor oportunidad de construir nuestras relaciones, de convertirnos en expertos en nuestra materia y de crear más ideas y soluciones innovadoras.  

Encontrar oportunidades para ser más curioso y buscar información puede ayudarte a tener éxito de muchas formas. La próxima vez que te sientas seguro sobre algo, utiliza ese sentimiento como una advertencia. Pregúntate a ti mismo: “¿Acaso tu certeza está causando que ignores ciertas pistas?”

Nota

1.    Harrison, S.H, y otros: Curiosity adapted the cat: The role of trait curiosity in newcomer adaptation.Journal of Applied Psychology. - Researchgate 2011