Los emprendedores, ejecutivos y estrellas del deporte exitosos tienen en común que poseen habilidades mentales sólidas. Como cualquier otra habilidad, se pueden entrenar, desarrollar y reforzar, si bien este concepto de entrenar las habilidades mentales de una persona no es nuevo. En el 340 a. C., Aristóteles describió en su obra "Ética nicomáquea", II-VI-15, que se creía comúnmente que la mente, el cuerpo y el alma debían desarrollarse y prepararse para que un hombre pudiera vivir una vida de "areté", es decir, a su máximo potencial. Esto llevó a pensar que la práctica del atletismo era necesaria para alcanzar la areté. Escribe: "No necesitaban consumir su vida, sino simplemente ejercitar el cuerpo para lograr las condiciones adecuadas de areté, al igual que la mente y el alma se ejercitarían por otros medios".
El foco principal de este artículo es el entrenamiento de habilidades mentales para jugadores de rugby y otros atletas que pasan tiempo en el gimnasio preparándose para competir. Al igual que el entrenamiento de habilidades físicas y técnicas, el entrenamiento mental requiere disciplina y repetición sobre una base de motivación, lo que no dista mucho de la práctica de entrenamiento de nuestros antiguos héroes. Junto a un grupo de jugadores y entrenadores internacionales, pensamos ideas sobre el mejor lugar para practicar habilidades mentales. Aunque pueda parecer contradictorio, uno de los mejores lugares para comenzar a desarrollar tus habilidades mentales no es el campo, sino el gimnasio.
Incorporar habilidades mentales durante tus ejercicios de acondicionamiento físico es una excelente manera de dominarlas y de beneficiar tu entrenamiento y calidad de juego. Puedes pensarlo de esta manera. Tanto un ejercicio de ruck como, por ejemplo, una serie de sentadillas traseras, son ejercicios que comparten muchos atributos físicos. Ambos requieren fuerza y técnica. Duelen y son agotadores, especialmente después de muchas repeticiones. Y, lo más importante: para maximizar las ganancias, debes estar mentalmente fuerte.
La ventaja de empezar a desarrollar estas habilidades en el gimnasio es que se trata de un entorno mucho menos complejo que el campo y, como resultado, es más fácil practicarlas y arraigarlas. Hay menos variables en el gimnasio, menos en qué pensar, menos distracciones y más repeticiones que te permiten concentrarte y practicar tus habilidades mentales. Todo lo que necesitas para un entrenamiento exitoso en el gimnasio también se aplica a la práctica o los partidos de rugby. Debes mantener cierta mentalidad para seguir esforzándote al máximo incluso cuando te sientas cansado o te empieces a doler. Tienes que sentirte seguro de que puedes levantar un peso determinado o hacer un número determinado de repeticiones. Necesitas estar seguro de ti mismo para realizar bien el ejercicio; por ejemplo, una actitud agresiva para atacar el peso muerto. Debes tener la fuerza de voluntad necesaria para terminar la tercera serie de repeticiones y desafiarte a ti mismo para la cuarta. Tienes que concentrarte en tu técnica para ejecutar los ejercicios correctamente durante todas las series y no arriesgar a lesionarte.
La base de la idea de que el entrenamiento mental comienza en el gimnasio es que las habilidades mentales solo se desarrollan a través de la práctica y la repetición. El objetivo final de tu entrenamiento, ya sea físico, técnico, táctico o mental, es anclar profundamente las habilidades y hábitos que puedes usar el día de un partido para rendir al máximo, para ganar, por la gloria y el compañerismo.
Ahora que estás convencido del valor de usar habilidades mentales, te mostraré cinco métodos diferentes que puedes implementar en el gimnasio y luego transferirlos a tu práctica de campo y juego.
1) Tener hambre. ¡Enciende tu fuego interior!
Para obtener las máximas ganancias de tu actividad, debes desearla fervientemente. Antes de cada ejercicio, sé intenso y comprométete a ponerle todo tu esfuerzo de principio a fin. Este compromiso es fundamental al final de una serie cuando necesitas terminar fuerte ante el dolor y el cansancio muscular que sientes.
2) ¡Siéntete seguro como una estrella!
Di algo positivo antes de comenzar un ejercicio que te dé la máxima confianza, por ejemplo, "Lo lograré", "puedo hacerlo", "lo entendí", "soy el campeón". La certeza al cien por cien es esencial para evitar dudar de ti mismo cuando intentas levantar un peso que nunca antes habías levantado.
3). ¡Activa una mentalidad agresiva!
¡Sé un tigre! Tienes que "atacar" el ejercicio e imponer tu voluntad desde la primera hasta la última repetición. Recuerda, compite contra el ejercicio. El ejercicio es tu oponente más feroz y quiere evitar que levantes el peso o completes el número de repeticiones. ¡Vas a vencer a tu oponente! ¡Vas a ganar contra el ejercicio! Sé agresivo y lucha contra la voz interior que quiere decirle a tu mente que se detenga.
4). ¡Enciende tu motor!
Antes de cada serie, "enciende tu motor" haciendo algunos movimientos de poder, saltando hacia arriba y hacia abajo, respirando agresivamente y animándote con un diálogo interno combativo, por ejemplo, "ataque de rinoceronte", "ojo de tigre", "yo soy el poder". Tu cuerpo debe estar en el nivel de intensidad ideal para que el ejercicio funcione bien de principio a fin y se beneficie al máximo.
5). ¡Sé afiladísimo!
Debes tener un enfoque nítido en tu mejor ejecución y esfuerzo en el ejercicio para obtener los mayores beneficios y evitar lastimarte. Antes de cada set:
• Respira y concéntrate.
• Tómate unos segundos para entrar en tu "zona" y visualizarte completando el ejercicio.
• Incorpora una palabra clave que te recuerde algo importante que debes hacer para realizar bien el ejercicio (como "levantar", "golpear", "asaltar", "romper", "atacar").
No te preocupes si no recuerdas todas estas habilidades mentales cada vez que comienzas un ejercicio. Al principio, deberás recordate a ti mismo que debe usarlos en cada juego. Podrías anotarlos en tu plan de entrenamiento o en una hoja de papel que pegarás en la pared del gimnasio. ¡Te garantizo que los usarás cuando los veas! Y en un corto período de tiempo, estas habilidades mentales se arraigarán tanto que las emplearás automáticamente en el gimnasio y en el campo sin necesidad de recordatorios.
En conclusión, existen varios grandes beneficios para desarrollar y practicar tus habilidades mentales en el gimnasio:
1. Estás más preparado mentalmente para tus entrenamientos. Darás más esfuerzo, sacarás más provecho de ese esfuerzo y, como resultado, obtendrás ganancias más significativas en tus fortalezas y acondicionamiento.
2. Podrás trabajar en tus habilidades mentales antes de empezar a practicar, haciendo que la transición sea más rápida y suave al incorporarlas a tu entrenamiento y juego.
3. Una vez que estés usando las habilidades mentales en tu rutina de entrenamiento, ejercicio y entrada en calor, las dominarás tan bien que saldrán cuando llegues al partido.
Estas habilidades mentales te permiten rendir al máximo. ¡¡Adelante!!
Con gracias a mi gran amigo clásico Maxi.