Escuchar es una habilidad que a menudo se pasa por alto y se subestima, pero es esencial para una comunicación efectiva y para construir relaciones sólidas. Los mejores líderes empresariales son excelentes oyentes. Las personalidades exitosas en los negocios entienden las necesidades, fortalezas, debilidades y desafíos de las personas. Lo hacen escuchando lo que dicen y luego actuando en consecuencia. Incluso el fallecido Steve Jobs, considerado por algunos como egocéntrico, fue un gran oyente. Según el fundador de Virgin Group, Richard Branson, "los grandes oyentes suelen ser excelentes para descubrir y poner en marcha estrategias y planes que tienen un gran impacto"(1).
Escuchar es un habilidad con la que no nacemos, pero que podemos desarrollar, como pintar.
Ninguno de estos líderes nació siendo un gran oyente, pero entendieron la importancia de desarrollar el fino arte de escuchar mientras crecían en sus carreras.
El arte de escuchar implica más que simplemente escuchar lo que alguien está diciendo; implica comprometerse activamente con ellos y comprender verdaderamente su perspectiva. En este blog, exploraremos la importancia de escuchar, los beneficios de ser un buen oyente y algunas estrategias para mejorar tus habilidades para escuchar.
Primero que nada, ¿qué es escuchar?
La gente tiende a confundir oír y escuchar. Oír es el proceso de percibir un sonido. Oír es algo que hace cualquier persona que no sea sorda o tenga problemas auditivos. Podemos oír ruidos desde el día en que nacemos. Por otro lado, escuchar implica prestar atención a algo que se oye y procesar la información que se transmite.
¿Cuáles son los beneficios de ser un buen oyente?
Ser un buen oyente puede tener muchos beneficios en situaciones personales y profesionales. Algunos de los beneficios de ser un buen oyente pueden ser:
- Relaciones mejoradas: cuando escuchamos bien, construimos confianza y conexión con la otra persona y fortalecemos nuestras relaciones.
- Mayor empatía: cuando escuchamos a otros, es más probable que entendamos su perspectiva y sus necesidades, lo que puede ayudarnos a desarrollar empatía y compasión.
- Habilidades de resolución de problemas mejoradas: cuando escuchamos activa y atentamente, es más probable que comprendamos la raíz del problema y desarrollemos soluciones prácticas.
- Mayor crecimiento personal: cuando escuchamos a otros, podemos obtener nuevos conocimientos y perspectivas, lo que nos ayuda a desarrollar nuestras propias ideas y creencias.
¿Cuáles son algunas estrategias para mejorar tus habilidades para escuchar?
Mejorar tus habilidades para escuchar requiere práctica y esfuerzo, pero es una habilidad que se puede desarrollar con el tiempo. Aquí hay algunas estrategias para convertirte en un mejor oyente:
Mantente presente - Concéntrate en el hablante.
Al escuchar a alguien, es importante darles toda tu atención. Intenta mantenerte presente y enfocado en la conversación. Evita distracciones como tu teléfono u otras personas en la habitación. Usa señales no verbales, como hacer contacto visual y asentir con la cabeza, y señales verbales, como "ajá" y "entiendo", para mostrar que estás participando en la conversación. Las personas quieren ver y sentir que se les escucha.
Practica la escucha activa
La escucha activa es más que simplemente escuchar lo que alguien está diciendo. Requiere comprometerse activamente con el hablante y procesar lo que están diciendo. Para practicar la escucha activa, intenta parafrasear lo que el hablante ha dicho con tus propias palabras. Reflejar lo que la otra persona ha dicho aclara tu comprensión y les muestra que estás escuchando.
Presta atención a las señales no verbales
Las señales no verbales como la postura, el lenguaje corporal y el tono de voz pueden ayudarnos a comprender los pensamientos y sentimientos del hablante. Ten en cuenta estas señales además de las palabras que se pronuncian. Evita interrumpir Interrumpir a alguien mientras habla puede ser irrespetuoso y perturbar la conversación. En lugar de eso, contiene tus palabras y espera hasta que hayan terminado de hablar antes de responder. Hacerlo demuestra que valoras sus pensamientos y opiniones y puede ayudar a fomentar una conversación más positiva.
Haz preguntas relevantes
Hacer preguntas relevantes puede ayudar a aclarar malentendidos y demostrar que estás participando activamente en la conversación. Intenta hacer preguntas abiertas, como "¿Puedes contarme más sobre eso?" o "¿Cómo te sientes al respecto?" Estas preguntas animan al hablante a abrirse y proporcionar más detalles sobre sus pensamientos y opiniones.
Practica la empatía
La empatía implica comprender y compartir los sentimientos de los demás. Cuando practicas la empatía, puedes relacionarte mejor con el hablante y entender su perspectiva. Ponte en su lugar y considera cómo te sentirías en su situación.
Utiliza la curiosidad
Por último, pero no menos importante, utiliza tu curiosidad. La curiosidad es una herramienta poderosa para mejorar tus habilidades para escuchar. Enfócate en cada conversación con un interés genuino en aprender y comprender la perspectiva de la otra persona. Mantén la mente abierta y dispuesta a explorar nuevas ideas y temas. Haz preguntas reflexivas y anima al hablante a profundizar en sus pensamientos, lo que puede llevar a conversaciones más interesantes y fructíferas. Al ser curioso, demuestras que valoras las experiencias y el conocimiento del hablante, lo que fomenta la confianza y la conexión en tus interacciones.
En conclusión
Escuchar es una habilidad que a menudo se pasa por alto. Sin embargo, es uno de los aspectos más críticos de la comunicación. Ya sea que estés conversando con amigos, familia, colegas o incluso un extraño, escuchar es crucial para garantizar que la conversación sea productiva y significativa. Todo lo que se necesita es esfuerzo, paciencia y disposición para estar presente con otra persona. Al enfocarte en el orador, practicar la escucha activa, evitar interrupciones, hacer preguntas relevantes, utilizar tu curiosidad y practicar la empatía, mejoras tus habilidades para escuchar, lo que lleva a una mejor comunicación y relaciones más sólidas. Por lo tanto, la próxima vez que te encuentres en una conversación, escucha atentamente y participa activamente para asegurar un intercambio productivo y significativo.
Nota
(1) Richard Branson: Strong Leaders Are Good Listeners