En reuniones mantenidas recientemente con estudiantes y miembros del programa de Liderazgo Global y Desarrollo de laCarrera de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago, hablamos sobre actividades de coaching en materia de liderazgo y rendimiento cognitivo. Cuando expliqué que luego de completar mi trabajo en la universidad me uniría a una selección deportiva nacional, con el objetivo de prepararme para un torneo internacional, nuestra conversación viró hacia la identificación de semejanzas entre los enfoques de líderes exitosos de equipos corporativos y deportivos de alto rendimiento. En el debate, se tuvo como objetivo encontrar paralelismos en el éxito en el liderazgo de EQUIPOS en deportes y negocios. Y escribo EQUIPO en mayúsculas, ya que no estábamos interesados en evaluar las virtudes INDIVIDUALES de personas exitosas en los deportes y en el mundo corporativo, tales como la resiliencia, determinación, resolución, resistencia a la presión, motivación, valores, y visión.
El liderazgo es, sin dudas, uno de los conceptos más dinámicos y atractivos que surgen cuando se intenta explicar los aciertos o errores de un equipo u organización determinados. La influencia de un líder en el desempeño de un equipo y el impacto sobre cada uno de sus miembros son permanente objeto de estudio en varias disciplinas académicas. La idea central detrás de las acciones de un líder es la influencia: el liderazgo es definitivamente influyente. Por eso podemos definir a un líder de equipo como una persona capaz de influir en los pensamientos, comportamientos y sentimientos de un equipo. Un líder usa continuamente su poder de influencia en las decisiones, acciones y reacciones del equipo. Podría decirse que todo lo que el líder hace afecta a los resultados obtenidos por el equipo.
En este blog, comparto cinco conceptos surgidos de nuestros debates.
El primero es que el liderazgo es un proceso continuo. No es una acción aislada y desligada que una persona ejerce sobre el resto del equipo. Al contrario: exige que el líder tenga una presencia activa y se comprometa a invertir su tiempo y energía, sobre todo cuando su liderazgo recién comienza.
El segundo es que debe respetarse la individualidad de cada miembro del equipo. Para que la influencia del líder sea positiva, debe percibirse como un proceso que incluye y respeta las diferencias individuales. Interiorizarse en las particularidades únicas de los miembros del equipo exige un gran trabajo emocional. El énfasis se encuentra en gestionar a las personas con conciencia de las necesidades individuales que las motivan, y ofreciendo igualdad de espacio y oportunidades para todos. Requiere que el líder se ocupe de las simpatías y animosidades específicas desde el comienzo, y fomente la igualdad de trato para todo el grupo.
Evitar manifestar favoritismos y ofrecer la misma atención y dedicación a todos los miembros del equipo probablemente sean algunas de las tareas más complejas para quienes aspiran a liderar equipos de alto rendimiento.
El tercer concepto se deriva de los dos anteriores, y se relaciona con el desarrollo de las habilidades y talentos de los miembros del grupo. Este punto aborda el núcleo del proceso de liderazgo en sí.
Muchos líderes solo se enfocan en los resultados, sin considerar las habilidades y destrezas de cada miembro del equipo. Por lo tanto, muchos integrantes tienen la carga adicional de cumplir con una tarea asignada para la cual no están bien preparados. Creo que, contrariamente, un líder debe centrarse en el proceso que amplía las habilidades y talentos del equipo. Debe asignar las tareas adecuadas a las personas adecuadas. Sólo así podrá tener influencia y generar un liderazgo eficaz y duradero. En términos simples, un equipo bien organizado y con más habilidades disponibles tendrá mayores probabilidades de lograr una buena ejecución (desempeño) y un éxito sostenible.
Quizás la diferencia entre rendimiento y resultado pueda explicarse mejor a través de la mirada del deporte. Estos dos conceptos están grabados a fuego en el vocabulario de la comunidad deportiva entera. El resultado es la interacción entre lo que el equipo o el atleta hace y su entorno, mientras que el rendimiento es el nivel de ejecución de cada uno de los esfuerzos que realiza el deportista. La materia prima para el desarrollo del coach como líder es el rendimiento, por lo que busca constantemente promover el nivel de ejecución de cada atleta y así generar una mejora continua.
El cuarto concepto implica que el líder necesita ofrecer dirección al equipo. No solo debe definir sus objetivos en cuanto a los resultados a corto, mediano y largo plazo, sino también ofrecer estrategias que permitan al equipo alcanzar las metas propuestas. El líder debe desarrollar una filosofía estratégica y, a partir de esta, idear una visión de éxito que le permita definir un plan de acción para cada miembro del equipo.También debe prever escenarios posibles y acciones inesperadas que puedan afectar el desempeño del equipo.
El quinto concepto en relación al aumento de la influencia es quizás el más complicado para los líderes: crear un ambiente de trabajo disfrutable. El disfrute es un estado emocional positivo que suele acompañar al alto rendimiento. Las emociones determinan la energía disponible de un individuo o un equipo, sea positiva o negativa, y sea fácil o difícil de renovar. Las emociones son el color que da vida a las películas, pero es demasiado común encontrar líderes que proyectan a su equipo escenas en blanco y negro en lugar de tomas llenas de color. La influencia del líder tiene, por ende, un gran efecto en los niveles de energía del equipo. Un líder debe saber aliviar tensiones, desactivar conductas indeseables, y reorientar las actividades individuales y colectivas. Lograrlo tiene una influencia crucial en el clima y el rendimiento del equipo. Para eso, el líder debe combinar adecuadamente todos los elementos relacionados con la distribución de tareas, la presión, el estrés, el fracaso, el sentimiento de logro, las relaciones interpersonales y las actividades de extensión.
Cuando un equipo disfruta del trabajo genera sostenibilidad y el poder se mantiene. El disfrute da a los miembros la energía para seguir desempeñándose en sus tareas por más tiempo con voluntad y dedicación.
En resumen, los líderes corporativos y deportivos de alto rendimiento que alcanzan el éxito:
· Entienden al liderazgo como un proceso
· Respetan las particularidades individuales de los miembros del equipo
· Aumentan los recursos del equipo
· Dirigen al equipo continuamente
· Generan un ambiente de trabajo amigable
La palabra"influencia" se utilizó deliberadamente en este blog. Persuadir al equipo es uno de los desafíos más grandes para un líder. Este debe entender la necesidad de convencer en lugar de imponer: la gestión por imposición ya no se considera un método de liderazgo eficiente. El equipo debe estar convencido dela dirección a tomar, el destino a alcanzar, y la contribución individual necesaria de cada miembro para hacer frente al desafío colectivo.
Antes de despedirme, me gustaría aclarar que, desde ya, el resultado deseado de cualquier líder es ganar el partido, lograr el indicador clave de rendimiento (KPI), las ventas, las ganancias, etc. Un líder se ve tomando decisiones y trabajando para lograr sus resultados constantemente. Como se mencionó anteriormente, el desempeño y el disfrute son dos atributos fundamentales para lograr resultados sostenibles. Por lo tanto, el líder debe poner el foco en el proceso de desarrollar y reforzar estos atributos, para así crear un entorno que propicie el éxito sostenible del equipo.