Coaching de equipos

Transformando el Conflicto en Interacción Constructiva

May 18, 2023
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René Sonneveld

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"El conflicto puede y debe ser manejado de manera constructiva; cuando se hace, las relaciones se benefician. La evitación del conflicto no es el sello de una buena relación. Al contrario, es un síntoma de problemas serios y de mala comunicación." – Harriet B. Braiker

El conflicto, caracterizado como un choque de actitudes, creencias, valores o metas entre individuos o grupos, es una realidad ineludible en cualquier situación que involucre interacción. Sin embargo, es importante notar que no todos los conflictos deberían ser inherentemente negativos. Aunque puede desencadenar estrés o ansiedad, también posee la capacidad de estimular nuevas ideas, encender la innovación y mejorar las relaciones. Esto a veces se refiere como conflicto constructivo, donde la tensión facilita la comprensión, el crecimiento y una mejor dinámica de equipo.

En este artículo, pretendemos explorar cómo los equipos corporativos pueden aprovechar el conflicto a su favor. Además, nos adentraremos en cómo los equipos corporativos pueden inculcar una cultura donde la resolución efectiva de conflictos se convierte no solo en una habilidad sino en un valor celebrado por todos los miembros. Para proporcionar una connotación más positiva, intentaremos reemplazar el término "conflicto" con "interacción constructiva" a lo largo de este artículo tanto como sea posible. Este cambio enfatiza la oportunidad de resultados positivos y productividad en estas situaciones.

La esencia del trabajo en equipo efectivo reside en la interacción constructiva entre los miembros del equipo, subrayada por un compromiso de evitar la crítica, la defensa y los juegos de culpa. Un equipo sobresale cuando domina el dar y recibir retroalimentación, viendo los conflictos no como obstáculos sino como oportunidades para el descubrimiento, el crecimiento y la creatividad.


El concepto de interacción constructiva en el modelo de eficacia del equipo va más allá de la gestión de conflictos. Se centra en crear un ambiente que fomente una comunicación respetuosa, abierta y con propósito, que finalmente conduzca a resultados mutuamente beneficiosos. Un primer ejemplo de esto sería la capacidad del equipo para intercambiar retroalimentación de alta calidad de manera constante.

Sin embargo, la retroalimentación a menudo se retrasa para un "momento más oportuno", lo que causa que la tensión emocional se amplifique inadvertidamente. Como resultado, cuando la retroalimentación finalmente se presenta, generalmente inicia un conflicto de corto plazo. El objetivo aquí cambia de fomentar la interacción constructiva a gestionar el conflicto constructivo.

La pregunta clave no es cómo crear condiciones de equipo que eliminen o repriman el conflicto sino cómo canalizar eficazmente la energía, la pasión, el compromiso y el coraje que los conflictos pueden desencadenar. Se trata de preparar al equipo para la inevitable turbulencia de las disputas.

Dado el clima empresarial a menudo tormentoso, los equipos de alto rendimiento no pueden evitar el ocasional paseo accidentado. Muchos equipos, desafortunadamente, gastan energía innecesaria tratando de evadir el conflicto. Esta aversión es comprensible dado las experiencias negativas de conflicto que muchos han tenido. El miedo es que los desacuerdos podrían escalar, llevar a confrontaciones, descarrilar el progreso del equipo y causar daño irreparable a la cohesión del equipo.

Como resultado, algunos individuos pueden retener sus opiniones genuinas para mantener la paz, pisando cuidadosamente alrededor de temas sensibles. Sin embargo, este enfoque de "paz a cualquier precio" roba al equipo de los beneficios potenciales que podrían surgir de abrazar el desorden del conflicto.

Los desacuerdos y conflictos son inevitables dentro de los equipos y también pueden ser beneficiosos. Surgen del cuidado y la preocupación de los miembros por los resultados. La indiferencia, por otro lado, puede ser perjudicial para el equipo. Los equipos excepcionales saben cómo extraer energía de los conflictos sin causar una explosión destructiva.


La interacción constructiva es una competencia de equipo que permite resultados beneficiosos de conversaciones desafiantes. Los equipos adeptos a esto pueden explorar más opciones, tomar mejores decisiones y ser más innovadores. Los equipos que pueden soportar el calor del conflicto emergen más fuertes y resilientes.

"Existe un conflicto inmutable en la vida y en los negocios, una constante batalla entre la paz y el caos. Ninguno puede ser dominado, pero ambos pueden ser influenciados. Cómo abordas eso es la clave del éxito." – Phil Knight

Manejo del Conflicto: Un Proceso Paso a Paso

Aquí hay algunos consejos para ayudar a desarrollar un enfoque sistemático para una mejor interacción constructiva en el equipo.

Consejo 1. Comienza al principio. Antes de convertirse en un fuego descontrolado, el conflicto a menudo comienza como una simple chispa. Podría ser una ligera irritación derivada de un simple malentendido, expectativas divergentes o suposiciones desajustadas. Puede que hayas experimentado este sentimiento: una molestia persistente o frustración con un colega a la que no tuviste tiempo o energía para enfrentar. Sin embargo, esta irritación sirve como señal de advertencia para sondear la causa raíz. Si la tensión persiste, puede convertirse en una queja latente. Una solución potencial a una queja a menudo reside en una petición bien ubicada. La pregunta poderosa es, "¿Qué petición podría rectificar esta situación?"

Ignorar las señales de advertencia tempranas permite que los conflictos crezcan y ganen impulso.
Vale la pena señalar, sin embargo, que no todos los conflictos de equipo siguen este ciclo de intensificación gradual.

Algunas disputas pueden estallar de repente sin un precursor claro. La detección temprana y la intervención son cruciales para manejar y resolver eficazmente los conflictos del equipo.

Consejo 2. Identifica el problema. Una vez que se ha reconocido la irritación o las primeras señales de conflicto, el siguiente paso es identificar el problema en cuestión. Trata de entender la causa raíz del conflicto, que podría ser un malentendido, una mala comunicación o expectativas diferentes entre los miembros del equipo.

Consejo 3. Abre la comunicación. Un diálogo abierto y honesto es crucial para la resolución de conflictos. Fomentar que los miembros del equipo expresen sus sentimientos y perspectivas fomenta la comprensión y la empatía y alivia la tensión.

Consejo 4. Busca la resolución. Este paso implica encontrar una solución al conflicto que satisfaga a todas las partes a través del compromiso o desarrollando un nuevo enfoque considerando la aportación de todos. El desafío es centrarse en el problema, no en las personas involucradas, y la solución debe promover la cohesión y la colaboración del equipo.

Consejo 5. Implementa y supervisa la resolución para asegurar que funciona y ajusta proactivamente según sea necesario.

Consejo 6. Fomenta un ambiente de feedback. Una vez que se ha implementado y monitoreado la resolución, es vital fomentar un ambiente donde se acepte y respete el feedback. Los miembros del equipo deben sentirse cómodos expresando sus preocupaciones o ideas para mejorar. Esto asegura que cualquier problema recurrente o nuevo se identifique y se aborde rápidamente antes de que se convierta en conflictos mayores.

Consejo 7. Aprende y crece. Cada conflicto proporciona una oportunidad de aprendizaje para el equipo. Reflexiona sobre el conflicto y el proceso de resolución para identificar qué fue bien y qué se podría mejorar, incluyendo los métodos de comunicación utilizados, la puntualidad de la respuesta o la eficacia de la resolución en sí.

Consejo 8. Refuerza el comportamiento positivo. Reconocer y recompensar los comportamientos positivos que contribuyen a la resolución efectiva de conflictos reforzará la importancia de estos comportamientos y los fomentará en el futuro.

Consejo 9. Mantén los canales de comunicación abiertos. Las reuniones regulares de seguimiento o de equipo pueden ayudar a asegurar que todos están en la misma página y que los conflictos potenciales se abordan temprano.

Consejo 10. Mejora continua. La gestión de conflictos no debe ser un proceso estático. Revisa y refina tus estrategias de gestión de conflictos basándote en las experiencias y lecciones aprendidas de cada conflicto.

Consejo 11. Construye confianza. La confianza, la piedra angular de cualquier equipo exitoso, es crucial para la interacción constructiva. Los miembros del equipo deben sentirse seguros para expresar sus pensamientos, ideas y preocupaciones sin temor a represalias. Se logrará la confianza cuando los miembros del equipo crean en las mejores intenciones de sus colegas, incluso cuando surjan desacuerdos.

Consejo 12. Fomenta la diversidad y la inclusión para asegurar que todas las voces sean escuchadas y valoradas. Reconocer y apreciar los diferentes antecedentes, experiencias y perspectivas de tu equipo puede llevar a un diálogo más rico y soluciones más innovadoras cuando surgen conflictos.

Consejo 13. Proporciona formación y desarrollo. Equipa a tu equipo con las habilidades para manejar y resolver conflictos de manera efectiva, incluyendo habilidades de comunicación, técnicas de resolución de conflictos y habilidades de pensamiento crítico.

Consejo 14. Lidera con el ejemplo. Como líder de equipo, tus acciones establecen el tono de cómo se maneja el conflicto dentro de tu equipo. Demuestra cómo abordar los desacuerdos con respeto, escucha atentamente y busca soluciones mutuamente beneficiosas a través de tus acciones.

Consejo 15. Revisa y perfecciona el proceso. Evalúa regularmente el proceso de resolución de conflictos de tu equipo para asegurarte de que sigue siendo adecuado y relevante. Solicita feedback de los miembros del equipo y realiza los ajustes necesarios. Este proceso iterativo ayuda a asegurar que tu enfoque para la gestión de conflictos evoluciona con tu equipo y continúa sirviendo sus necesidades de manera efectiva.

En resumen, la gestión de conflictos no es una tarea única, sino un proceso continuo. Requiere un esfuerzo constante, comunicación abierta y un compromiso con el aprendizaje y la mejora. Manejado de manera apropiada, puede conducir al crecimiento, una mejor comprensión y mejores dinámicas de equipo. La clave es abordar el conflicto temprano, comunicarse abiertamente y buscar resoluciones justas que respeten todas las perspectivas de los miembros del equipo. Utilizando algunos de los consejos mencionados anteriormente, los equipos pueden transformar los conflictos de posibles obstáculos en oportunidades para el crecimiento y una comprensión más profunda.

Me encantaría conocer su opinión sobre este tema.

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