Donde va el foco de tu atención, fluye tu energía. - Anthony Robbins
Antes de explicar por qué el coaching proporciona un buen masaje cerebral, primero haré una breve introducción sobre cómo funciona el cerebro. Mantendré esto lo más simple posible; por favor tenme paciencia.
Nuestro cerebro se desarrolló a partir de un cerebro reptil. En los seres humanos, así como en los animales, al final de la médula espinal hay una pequeña masa llamada tronco cerebral. El tronco cerebral y una pequeña capa de materia cerebral circundante son responsables de nuestras funciones primitivas de supervivencia, tales como los latidos del corazón, la respiración, el hambre, el dolor, la reproducción, y el instinto más básico: el miedo, y la reacción asociada de lucha o huida. Durante millones de años de evolución, se agregaron nuevas capas, lo que resultó en la intrincada estructura cerebral que tenemos los humanos hoy. Estas nuevas capas son la única razón por la que no nos deslizamos por la hierba junto con serpientes, ni nos comportamos como dragones de Komodo merodeando entre las piedras bañadas por el sol.
El sistema límbico que recubre el tronco del encéfalo consta de varias partes. A los fines de este artículo, los componentes más críticos son el hipocampo y la amígdala.
El hipocampo funciona como un sistema de archivo para el almacenamiento de la memoria a largo plazo. También es una de las pocas áreas donde se producen nuevas neuronas, lo cual es la base de lo que hoy llamamos neuroplasticidad. Con la estimulación correcta, la neuroplasticidad permite que nuestro cerebro crezca, se desarrolle y se adapte.
La amígdala juega un papel central en el procesamiento de las emociones. Una emoción es un proceso básico que no se aprende, sino que es heredado genéticamente. Hay seis emociones básicas: placer, sorpresa, miedo, ira, tristeza, y disgusto. La amígdala puede adjuntar cualquiera de estos contenidos emocionales a la memoria. En efecto, la amígdala agrega una "etiqueta" emocional al archivo que el hipocampo almacena en la memoria. A mayor contenido emocional, más presente estará el archivo en nuestra memoria.
En el área externa del cerebro se encuentra la parte de evolución más reciente, llamada neocórtex. Esta área está involucrada en funciones analíticas como la planificación, el establecimiento de objetivos y la actividad consciente, y cumple funciones como el sueño, la memoria a corto plazo y el aprendizaje. Aquí encontramos nuestra capacidad de razonamiento y poder creativo. La generosa capa de neocorteza nos distingue de nuestros ancestros humanoides y animales, tales como los monos, perros y ratones (dependiendo del libro que prefieras leer).
En pocas palabras, el nivel externo del cerebro nos hace inteligentes, y el centro interno del cerebro nos hace sobrevivir.
Las diferentes partes del cerebro están interconectadas y se comunican a través de una red neuronal. Las neuronas se comunican entre sí a través de una conexión llamada sinapsis. La ciencia moderna ha demostrado que es posible "recablear" las redes neuronales y mejorar la neuroplasticidad. Al ayudar a los clientes a reflexionar y ser más conscientes de sí mismos, podemos cambiar procesos cerebrales internos y crear diferentes vías neuronales.
Juguemos con un ejemplo: tienes una primera reunión desagradable con tu nuevo jefe en la que hace algunas observaciones críticas sobre cómo se está manejando la división. Tu neocórtex analiza esta situación y envía una señal a tu hipocampo para que archive las críticas de tu jefe para el almacenamiento cerebral profundo. Mientras tu hipocampo está ocupado clasificando el archivo para recuperarlo fácilmente en el futuro, tu amígdala le indica al hipocampo que agregue una emoción negativa a la etiqueta (Miedo, ira, disgusto, ¿recuerdas?). Entonces, tu cerebro crea un nuevo archivo de memoria con una emoción negativa adjunta. Ahora que se ha creado el archivo de memoria negativo, es fácil continuar reforzando la ruta del archivo de memoria con el diálogo interno negativo. Puede que cada vez que tu jefe te dice algo lo percibas como una crítica. El pensamiento negativo a largo plazo puede cambiar la química de tu cerebro, y tus interacciones con tu jefe se convierten en una profecía autocumplida en espiral descendente. Si crees firmemente y con la suficiente frecuencia "no puedo hacer nada bueno a los ojos de mi jefe", comenzarás a tener un desempeño menor y terminarás cometiendo errores en el trabajo.
¿Qué pasaría si pudieras cambiar tu perspectiva, si pudieras ver la situación a través de otra lente, con la cual te des cuenta de que las observaciones de tu jefe eran constructivas? ¿Si pudieras cambiar tu forma de pensar y darte cuenta de que tu jefe quiere lo mejor para ti, y que su estilo de gestión está ahí para ayudarte y apoyarte?
Esta percepción lo cambiaría todo. Te permitiría abrirte y aprender de la observación de tu jefe. Le permitiría ser un mentor y a ti confiar en él. Tu entorno de trabajo sería más satisfactorio y productivo, e incluso más agradable al mismo tiempo. La nueva relación con tu jefe sería un cambio para siempre. Podrían convertirse en socios de confianza. De hecho, al cambiar tu perspectiva, la misma circunstancia que te llevó al fracaso ahora comienza a funcionar en tu beneficio.
Entonces, ¿qué pasó en tu cerebro?
Las técnicas de coaching de escuchar atentamente y hacer preguntas poderosas estimulan la reflexión. Esto te permite procesar y obtener nuevos conocimientos, al ver la misma situación desde diferentes perspectivas. Cada momento de 'ajá' revitaliza tu cerebro, y el nuevo autodescubrimiento y autoconciencia resultantes configuran nuevas vías neuronales. Los recuerdos positivos recién creados de tu neocórtex serán archivados por el hipocampo con la "etiqueta de aprobación" de la amígdala en tu almacenamiento de memoria a largo plazo. No habrías logrado el mismo cambio fisiológico si alguien te hubiera dicho qué hacer. Solo encontrando tus propias respuestas puede crearse el cambio deseado.
Cuando cambiamos nuestra actitud y comportamiento de acuerdo a la nueva perspectiva, la vía recién creada se vuelve más robusta y mejor anclada en el cerebro, y se verá reforzada por el pensamiento positivo y creativo repetitivo. Eventualmente , la vieja vía negativa se vuelve obsoleta y desaparece.
Como analogía de esta idea, imagina un río con meandros estrechos, como el Amazonas. El río evoluciona continuamente a fuerza de agua, buscando siempre un curso más directo, de modo que al final corta por el cuello de un meandro, dejándolo atrás en lo que se convierte en lago abandonado, destinado a desvanecerse con el tiempo mientras el río sigue fluyendo.
Al cambiar la perspectiva de lo que estás viendo y almacenando en tu cerebro, un buen entrenador puede ayudarte a cambiar las vías neurológicas negativas y construir nuevas que sean beneficiosas para ti.
Mientras que un masaje corporal mejora la circulación sanguínea y linfática, un masaje cerebral mejora la neuroplasticidad, reconecta el cerebro y refuerza las vías neurales necesarias para crear un cambio duradero.
Bienvenido al spa del cerebro.